domingo, 4 de diciembre de 2011

El juego perfecto - Adaptación (Nick & Tu) Capítulo 5.

Nick  miró por encima de la mesa a ______. Un hijo, ¿eh? No esperaba eso. Ella no se veía con la edad suficiente como para tener un hijo de catorce años. "Debiste haberlo tenido cuando eras muy joven."
"Tenía dieciséis años."
"Eso lo explica."
"¿Explica qué?"
"No te ves con la edad suficiente para tener un hijo adolescente."
"Confía en mí, soy bastante vieja." Ella dejó la servilleta sobre la mesa. "Probablemente te gustaría irte ahora."
Oh, ahora lo entendía. "¿Crees que quiero cortarte y correr porque me dijiste que tienes un hijo?"
"No soy exactamente el tipo de mujer que con las que te citas en la piscina."
"No, no lo eres."
Ella se puso de pie. Y él también, acercándose a su lado de la mesa.
"Gracias por la cena."
"Siéntate." Tomó sus hombros y suavemente presionó su espalda en la silla, luego se arrodilló frente a de ella. "Si esa fue tu versión de un pase Hail Mary para terminar las cosas conmigo, lo siento… A mí me gustan los chicos."
Ella bajó la mirada hacia él, con una expresión confundida en su cara. "Las mujeres con las que sales son jóvenes y solteras, y estoy segura de que no tienen hijos adolescentes."
Él se encogió de hombros. "No tengo ninguna idea de lo que tienen en casa. La mayoría de ellas tienen esos molestos perritos Yippy"
______ se echó a reír. "No tengo ningún perro, aunque a Nathan le encantaría uno. Uno grande, como un labrador o un retriever o un pastor alemán."
"Nathan es un chico listo, ¿eh?"
"Sí".
Nick  regresó a su silla, ahora que estaba bastante seguro de que ______ no saldría volando. “Háblame de él."
"Tiene catorce casi quince años, realmente. Su cumpleaños es el mes que viene. Acaba de terminar sus estudios de primer año en la escuela secundaria, y es arrogante como el infierno. Él… tu realmente no quieres oír hablar de mi hijo, ¿verdad?"
"¿Por qué no? Ya te lo dije, me gustan los chicos."
"¿Tú tienes alguno?"
"No. Me gustaría algún día. Y en caso de que estés preguntando, no, no he engendrado ninguno al que le pague manutención. Soy muy cuidadoso con las mujeres."
"Yo no lo pregunté."
"Pero lo pensaste."
"Bueno, pensaba eso, por que eras un Súper hombre con las mujeres y todo eso."
Él soltó un bufido. "Sí, claro. No pienso embarazar a una mujer y abandonarla. No es mi estilo ni la forma en que me crié."
"Bueno, eres un santo."
La apuntó con su mirada, queriendo que ella supiera sólo quien era él. Y lo que no era. "Nunca he dicho que fuera un santo, ______. Sólo que soy responsable."
Ella bajó la mirada hacia su regazo. "Lo siento. Estoy siendo una bruja."
"No, no lo eres. He manejado esto mal. Soy agresivo, lo sé. Te acorralé en una esquina."
Ella levantó su mirada hacia él. "No, no lo hiciste. Si quieres salir conmigo, o lo que sea que quieres hacer conmigo, entonces necesitas saber acerca de Nathan. No estoy tratando de ocultarlo. No me avergüenzo de él. Es sólo que la mayoría de los hombres no quieren el equipaje. Y no hemos tenido aún una cita de verdad, así que entiendo  que no quieras seguir con esto.”
¿Con qué clase de idiotas había salido ella? "Debiste haber salido con algunos verdaderos perdedores si te liberaron tan pronto cuando se enteraban que tenías un hijo."
Sus labios se curvaron. "No has conocido a Nathan. Él es... un reto.”
Nick  se echó a reír. "Es un chico. Y un adolescente. Todos somos desafiantes a esa edad. Así era yo."
Lo estudió. "Sólo puedo imaginarme."
"Tengo que mantenerte lejos de mi madre. Ella tiene historias sobre mí y mi hermano que te harían salir gritando. La mantuvimos ocupada cuando éramos niños."
Hubo una mirada en su rostro que Nick  no entendió. Una especie de tristeza que no tuvo sentido cuando se refirió a su madre y a su hermano. "Oye, éramos buenos chicos. Honestos."
"Estoy segura que lo eran. De todos modos, gracias por la cena. Realmente necesito llegar a casa."
"¿Qué sucede?"
"Nada." Ella se pegó una sonrisa en la cara, pero no había luz en sus ojos. "Lo pase genial esta noche, pero tengo trabajo que hacer."
Él conocía el fin cuando veía uno. Nick  le hizo señas al camarero. "Ponlo en mi cuenta, Tim".
El camarero asintió, y Nick  llevó afuera a ______, pero no a su coche, sino al de él. "¿A dónde vamos?"
"A dar un paseo. Te voy a traer de vuelta a tu coche. Me gustaría pasar más tiempo contigo."
Abrió la puerta del lado del pasajero y la tomó de la mano mientras ella se subía, admirando la forma en que su falda se le subía mientras entraba. Ella se volvió a él. "De alguna manera me pareciste del tipo coche deportivo, no de un SUV. "
"Soy demasiado grande para los coches deportivos, y el SUV tiene suficiente espacio para todo mi equipo."
Dio la vuelta y entró, arrancó el coche y se alejó del restaurante, dirigiéndose a las colinas. Típico del verano, la niebla había bajado, por lo que no veían mucho mientras conducía. Eso la dejó calmarse y él se dirigió a la parte superior de una de sus colinas favoritas, donde estaba claro, en la parte superior de la niebla.
"Es como un mar blanco", dijo ______ mientras metía coche en el estacionamiento. Las luces del coche se fundían a lo largo de la niebla.
"Es mejor en el día, cuando la niebla se inicia por primera vez. Pero todavía me gusta aquí. Es tranquilo. Es un buen lugar para pensar y para estar solo."
"¿Y para estacionarte?" Ella le dedicó una burlona mirada. "Bueno, estamos estacionados, pero no me has traído hasta aquí para eso." Ella se desabrochó el cinturón de seguridad y se volvió hacia él. "Me gusta la idea."
"¿De qué? ¿Hacerlo en mi coche?"
"Podríamos empezar con eso, y ver a dónde nos lleva".
"Creo que estás usando el sexo para evitar una conversación honesta."
Hizo una pausa. "¿No es esa la línea de una mujer?"
Se miraron el uno al otro, y ambos se echaron a reír. ______ se levantó sus pies y se arrastró por encima de la consola. Nick  tuvo que admitir que le gustaba verla maniobrar en esa apretada falda mientras se sentaba a horcajadas sobre él. Él apretó el botón y deslizó el asiento hacia atrás para darle más espacio.
Ella se acomodó en su regazo y puso sus manos sobre su pecho. "Así que estamos teniendo una inversión de roles. ¿Eso significa que yo te seduciré?"
Había perdido todos los trenes de pensamiento ya que toda la sangre de su cabeza se había lanzado a su pene. "Cariño, estás sentada en mi pene. Estoy bastante seguro de que puedes hacer lo que quieras conmigo."
Ella pasó la palma de su mano sobre el pecho, después se echó hacia atrás, dejando que sus manos viajaran por su estómago hacia el lugar donde su cerebro residía en la actualidad. Su pene tembló, y se balanceó hacia arriba, en su contra.
"¿Estás segura de que quieres hacerlo aquí?"
Ella levantó la mitad de su mirada hacia él. "Tengo muchas ganas de hacerlo aquí. Oh. Siempre que dispongas de protección. Ni siquiera pensé en eso. Quiero decir, por lo general no corro a tener relaciones sexuales en los coches."
Él abrió la consola central y sacó un condón.
Ella sonrió. "Siempre preparado, ¿no?"
"Trato de estarlo."
Ella tomó el condón de su mano y lo puso abajo, luego se inclinó sobre él y apretó los labios en los suyos. Cualquier conversación que hubiera querido tener con ella se alejó con el primer sabor de su boca. Captó el olor del vino en sus labios, pero fue su sabor el que le interesó. Era más intoxicante que cualquier tipo de alcohol, se derivó sobre sus sentidos hasta que se perdió. Él sumergió su mano en su blusa para poder sentir su piel.
Gimió en contra de sus labios cuando sus manos se movieron hasta su espalda y encontró su sostén. Con habilidad práctica abrió el cierre, luego viajó hacia el frente para deslizar su mano debajo de su seno, encontrando su pezón.
Sus pechos eran pequeños, pero sus pezones estaban sensibles, y podía decir que le gustaba cuando se los tocaba, porque su aliento se detuvo cuando deslizó la yema de su dedo pulgar sobre uno. La forma de su pezón contra su dedo pulgar dio un tirón a su pene contra del cierre de su pantalón.
______ retrocedió, con los ojos ya de esa atractiva manera que parecía convertirlos en vidrio color ámbar.
Ella se echó hacia atrás y se quitó la chaqueta por los hombros, después comenzó a desabrocharse la blusa. La seda parecía quedarle. Era elegante, iba desde la larga columna de su garganta a la forma en que su pelo se rizaba en su cuello. Llevaba el pelo recogido de nuevo, y le gustaba soltárselo, tiró del clip  y sacudiendo los rizos con su mano, transformándola de mujer de negocios a diosa del sexo delante de sus ojos.
Con la blusa desabrochada y el corpiño abierto, él se aventó sobre sus pechos.
"Esta es la forma en que me gustas", dijo, tratando de alcanzar sus pechos, deslizando sus dedos sobre sus pezones. "Toda desnuda. Con tus pezones duros, meciendo tu vagina contra mi polla."
Ella tomó su falda y se la subió a lo largo de sus muslos, revelando las sexy bragas color rosa que hacían juego con el sujetador de satén. Dejó que su mano viajara hacia abajo y palmeó su pene. "Esta es la forma en que me gustas"  dijo con voz oscura y sin aliento. "Duro y listo para mí."
Ella alcanzó la cremallera y tiró de ella hacia abajo, liberando su pene. Entonces maniobró para poder tirar de sus pantalones hacia abajo, sobre sus caderas. ______ tomó el condón, tomándose unos segundos para acariciarlo, deslizando su dedo pulgar sobre su cresta, capturando el líquido que se estaba derramando allí y lamiéndose los dedos después.
"Cristo. Harás que me corra antes de que llegar dentro de ti si sigues jugando así conmigo."
"Entonces no juguemos más, porque necesito que me folles."
Ella abrió el paquete del condón y lo ajustó sobre su eje, hizo sus bragas a un lado y se sentó a horcajadas sobre él. Vio cómo su pene desaparecía dentro de ella, entre sus caderas mientras se sentaba en él.
Ahora, eso era un espectáculo que hacía que sus bolas se apretaran.
Cuando estuvo totalmente afirmada en él, le clavó las uñas en los hombros y se centró en sus ojos, con su vagina pulsando a su alrededor. Ella no se movió absolutamente nada, limitándose sólo a mirarlo.
"¿Sientes eso?"
Él asintió.
"Oh, Dios, Nick , se siente tan bien. Podría quedarme así y solo sentirte dentro de mí."
Él apretó su carne. "No iré a ninguna parte, cariño."
Le gustaba que ella no tuviera ninguna prisa para mostrarle su gran destreza de movimientos. Todas las mujeres que siempre llevaba a la cama parecían querer impresionarlo con lo buenas que eran, pero siempre eran mecánicas, como si follar fuera una actuación o una audición.
Con ______, estaba allí con él, compartiendo con él. Le gustaba que hiciera contacto visual. No estaba dándole placer sólo él, sino que se complacía a ella misma, también. Puso su clítoris contra él e hizo una pausa, con los ojos cerrados a la deriva, con sus labios abiertos mientras dejaba escapar un gemido.
No había nada que lo excitara más de una mujer que su propio placer. Porque ella no estaba aquí tratando de sumar puntos a su propio juego para ganarlo. De hecho, estaba muy, muy seguro de que era la última cosa en la mente de ______.
Ella clavó sus uñas en sus brazos y se levantó, después se deslizó sobre él otra vez, con cada centímetro de lenta agonía volviéndose una sensación dulce. Él no sabía dónde mirar… si hacia abajo a donde se unían o a su cara, llena de placer para que él lo viera.
Él se agachó y acarició su clítoris, sintiendo cuan mojada estaba, sabía que no era una actuación de ella para nada, lo sabía por la forma en su vagina apretaba su pene cada vez que se movía, lo sabía por la mirada opaca de  sus ojos y por sus párpados a medio cerrar, lo sabía a partir de los sonidos que hacía y la forma en la que el coche olía a sexo. No, estaba allí ganando el juego para sí misma, y él era parte del equipo.
Él se levantó en ella, penetrándola tanto con su pene como con sus dedos, necesitando que ella se corriera a su alrededor. Sus pezones colgaban justo fuera del alcance de su boca. Rectificó eso tirando de ella hacia él, chasqueando la lengua sobre uno y luego el otro, antes de tomar uno entre sus labios y succionarlo.
______ se apretó aún más en su boca. "Sí, Nick , sí. Chúpalo. Más fuerte."
Él lo hizo, y ella empujó contra él, levantándose y dejándose caer, después meciéndose hacia él y montándolo más rápido.
"Eso va a hacer que me corra."
Era exactamente donde la quería, en la zona roja y se dirigió a la línea de gol. Dejó su pezón y fue por el otro, chupándola fuerte como ella deseaba. Ella gritó cuando se corrió, su vagina se contrajo en su pene como un tornillo. La sostuvo apretada mientras se deslizaba duro entrando en ella, atorando sus pies en el piso y estremeciéndose mientras su orgasmo lo sacudía.
Después de la anotación, un punto después, el juego se había ganado. Dejó su cabeza entre sus pechos, sintiendo su corazón latir.
"Me hiciste sudar sobre todo mi bonito traje", murmuró ella.
Él sonrió. "¿Eh... lo siento?"
Ella se rió y se echó hacia atrás para sonreír con él. "No lo sientes para nada".
"No, no lo hago."
Se desenredaron y se enderezaron la ropa mientras ______ hacía un intento decente para subirse más en su asiento. "Este no es mi momento más glamoroso. No puedo creer que tuviéramos sexo en tu coche. Difícilmente tengo dieciséis."
"¿Y?" Él se abrochó el cinturón de sus pantalones. "No hay nada malo en actuar así de vez en cuando."
Ella arrugó la nariz. "Debería saberlo mejor".
"¿Así que se supone que actúas como un adulto tapado todo el tiempo?"
Ella se agachó para abrochar sus zapatos y se encogió de hombros. "Tengo un hijo. Y sí, lo debería hacer. Eres una mala influencia para mí."
La atrajo hacia sí y la besó, asegurándose de que entendiera qué tipo de influencia era. Cuando terminó, ella tenía los labios hinchados, con los ojos aturdidos. "Me gusta pensar que soy una buena influencia para ti."
Se dirigieron de nuevo al restaurante y ______ recogió su coche. Tomando la manija de la puerta, se detuvo. "Gracias de nuevo por una... noche interesante, Nick .  Pero me adelantaré y te diré que no podemos tener ningún tipo de relación."
Él no lo podia creer. "Porque no te gusto".
Lo miró por la ventana. "Esa no es la razón."
“Porque te da vergüenza ser vista conmigo".
"Esa no es la razón, tampoco."
"Porque estás avergonzada de tu hijo."
Ella rompió su mirada de él. "Por supuesto que no."
"Entonces quiero saber por qué."
"Oh, infiernos, no".
Él arqueó una ceja. "Así que si no hay algo mal conmigo ni con él. ¿Cuál es la razón?"
Ella se frotó la sien. "Ninguna. No lo sé. Me confundes."
Sus labios se curvaron. "¿Bien confundirte o mal confundirte?"
Ella dejó escapar un suspiro. "No lo sé. Tú sólo me confundes."
Él no iba a darle la oportunidad de alejarse esta vez. "Te llamaré."
Ella agitó la mano y abrió la puerta del coche. "Sí, hazlo."
"Buenas noches, ______".
Ella cerró la puerta y se metió en su coche. Nick  esperó hasta que se fue, luego la siguió a través de la niebla, asegurándose de que ella llegara a la carretera sana y salva. No fue hasta que dio la vuelta para regresar a su casa que se dio cuenta que sólo tenía el número de su oficina, no el particular. Y no sabía dónde vivía.
Podría arreglar eso, sin embargo.
______ era alguien de la quien quería saber más. Y podría poner la línea defensiva que quisiera, pero Nick  no era el tipo de persona que se hacía menos ante una buena defensa.
Era el momento de apuntalar su propia ofensiva.



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